Los objetivos específicos del curso fueron:

• Reconocer la natural presencia de conflictos en la convivencia social y su potencial formativo y de desarrollo.
• Comprender la relación conflicto/cultura y relacionarlo con la cultura chilena y escolar.
• Reconocer el estilo personal de resolver los conflictos e identificar desafíos personales para enfrentar los conflictos colaborativa y pacíficamente.
• Conocer estrategias formativas y colaborativas para desarrollar una cultura de Escuela que enfrente los conflictos pacíficamente y en función del desarrollo.

 

A continuación, Magdalena nos comenta parte de lo que fue la experiencia del desarrollo de estas tres versiones del curso online:

"Resulta interesante que el formato en línea aun nos permita establecer conexiones cercanas y validantes, toda vez que el curso se desarrolló fue en un tono de confianza y honestidad sobre lo que conversamos y compartimos, desde un genuino interés en escuchar y aprender de otras experiencias.

Las y los profesores dieron cuenta de su preocupación para ayudar en las situaciones de violencia que se presentan en sus establecimientos, intentado comprender no solo las causas de ella, sino que buscando posibles soluciones que ayuden a disminuir su presencia y fomenten las dinámicas de buen trato. En relación a esto último, muchos de los asistentes comparten las necesidades de crear ambientes bien tratantes, considerando que mientras se normalicen los aspectos incipientes en el maltrato, sin abordarlo como se requiere, se perpetúan las dinámicas que pueden facilitar la presencia de la violencia como última manifestación de un conflicto mal abordado.

En virtud de las estrategias de abordaje, cobró especial relieve la calma, la necesaria pausa para ponderar emociones y pensamientos, y permitir la reflexión antes de la acción. Hoy, que nuestro país atraviesa un periodo de confusión y conflictos, se pone de manifiesto el cómo formamos a los futuros ciudadanas/os para conversar de modos abiertos, dialogantes y en un clima de respeto, permitiendo que todas las partes sean validadas en su punto de vista, siendo creativos en la posibilidad de encontrar los puntos de acuerdo que nos permitan sentirnos gratos de participar en la convivencia social.

Finalmente, saber resolver conflictos en la escuela resulta clave para respetar las diferencias, cuidar las relaciones humanas, mitigar los daños, recuperar la confianza y abrirnos al diálogo en un marco de seguridad emocional y pensamiento crítico, todas habilidades puestas en juego para los procesos de aprendizaje y para enfrentar periodos sociales de abierta incertidumbre.

Fueron cursos muy nutridos y de una riqueza que se agradece".

¡Agradecemos la participación y compromiso de todas y todos quienes asistieron al curso!